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miércoles, 28 de noviembre de 2007

Exhumación

De la costura aun desgaste.
Los límites sangran.
Resucitan.
Un asombro ondulante,
paralelo despegado.
En cada frontera,
se vuela según el ala.
Detrás de cada pie,
un sastre aguarda.

Érase una vez una herida,
pasajera de este idioma
que nunca se alejo.
Equipaje,
rumbo a equis nación.
Piérdase monarca y su corona,
especie nociva, espina.

Ya sé,
que la isla acaba en donde
el istmo se expía.
El primer dolor fue mártir,
alejo continentes.
A su muerte,
se pudrió un diccionario,
nos quedo la boca tendida
la lengua seca.

Solo,
un espectador en la corte,
que preside.
Se adula, dan gracias,
La fe,
salvo al arma,
nacionalizo toda clemencia.
Al cuerpo banderas disparan.
El evo,
isohispano.

sábado, 5 de mayo de 2007

La prospección de los altares, un brindis por aquellos que se suman a la estadística sin considerarla una señal de lo que es una estructura ineficaz.

Rubén Ramos


Sobre arroz
vuela la paloma
picoteando un aguacero.

El hambre
suspira por la felicidad
de quienes la mesa
hace pares.

Frente a ellos
una vez mas
un plato vacío
que espera
la prosperidad de los clavos
y que no germine
en alguna cerradura
como maleza
la cara enterrada del miedo.
Un golpe,
luego a lo lejos una campanada.

Se abre la puerta.

Una lágrima va a galope
sobre la espalda
de un coche
que abre sus puertas.

Decidida avanza,
arrastrando
la mugre de los otros
en su camino.
Con su vestido
Recoge los escombros
de las princesas
con vestigios de barriga.
Los juglares como pingüinos.
Las reinas
permitiendo que otra
más se sume a su sombra.
Una corte obsoleta
asume
la cercanía como suya
dándole matices de ternura
a lo que supura
la proximidad de la noche
entre gemidos.

Adentro se depara el tiempo
Como una fábula.
Afuera
una idea
registra
entre sus dedos
escapar.

Un brillante
se sostiene nervioso
en las manos
de un sepulturero
con una promesa
cuyo domicilio
lo concibe
un blanco sin significancia
por siempre sostenido
sobre granos que llueven
de entre las alas de una cigüeña
que celebra embriagada
con sonrisa de almendra
la igualdad de sus errores.

Tres pisos azucarados,
un corte para darle de comer de su mano.
Cómanse los dedos,
digieran su ingenuosidad
hasta que caguen los huesos.
Después fidelidad
a los círculos concéntricos
que el estomago retiene
para que compartan el mismo eje
en su desdicha intestinal.

Frente a ustedes
otro plato vacío.
El hambre
se mantiene persuasiva.

viernes, 20 de abril de 2007

Las dificultades del aburrimiento

-por el sufrimiento y las desgracias de la poesía antillana

Rubén Ramos

En qué trópico
de arenas a vidrio y bocas de perfume
áspero de mar
viven descalzas
las pupas
de estas pasiones torcidas
de las que tantos escriben
aguando letras por
hablar de hallazgos.

¿A dónde fue el hundimiento?
¿Cómo siguen los cadáveres de los sobrevivientes?
De dónde fastidian la gusanería,
la putrefacción,
el hambre paisajista
de esta temática playera
narcoléptica.

Me causa pesadez
la gomosería.
Entre vomitazos de ronquidos
se repite su pesadilla demasiado.

Ya me parece cuento
esta apatía que se apodera del calambre.
Contagio visceral apiñado
A un costado de la muela,
Acostado sobre la almohada
tan apestada de plumas.

Este Caribe aumentativo
persiste
como tomo numero seis
de una enciclopedia temática
sobre el fastidio
compadecido del colectivo.

Hay que quemarlo todo,
Delsde el zorzal en el valle
hasta la basura en la alcantarilla.
Por que si no
a materia y nacimiento
se harán de las orillas
caracolas percusionistas
actas de nacimiento
con resonancia,
para darle al cuero
al alarde de islas
a la masa heterogénea que pretenden
con caretas coloridas
de sufrimientos
que nos igualen.
El padecimiento entre ellos,
los hace llamativos,
son la especie que se reproduce
con el debilitado.

El archipiélago es una mentira hostil
Trata de invadirnos
con identidades perdidas.
Las islitas no quieren verdades
quieren solidaridad.
¿De qué mundo a la deriva hablan?
¿Qué pensamiento caníbal?

Cómo es la sombra si a lo mucho.
¿Que tenga cuerpo
esta desgracia colectiva
de sonrisas y cervezas
lo hace estar vivo?

Que lloren de desiertos
de caravanas a la boca del olvido,
que se refugien
a la derecha del galope maquinista
que embarguen voces
que compartan el mismo paladar.

Pesimistas.
Maldita sea la temperatura,
el ritmo,
la musicalidad.

Aquí nadie ha pedido pertenencia
No hay geografía de ideas.
Aquí la casa es una pantalla y una red.
¿Con quién se identifica
lo que no tiene procedencia?
El conflicto ideológico
es el esquema
de una charca empozada
en su primer mundismo
de amante.
En la ficción ahorrativa del dolor
se guardan dunas
de tumbas sin dueño.

Después dicen
que la mano es un castigo cruel.
Pero rellenan sus bocas como Maria Antonieta.
Denles penas, mar y pesares.

Que coman,
que mueran.
Sin gusto necesitado,
ahogados en bizcocho,
mientras a otros
se los come
la levadura.

lunes, 5 de marzo de 2007

Baladadapop para el pozo, por la feliz desdicha que en su fondo sonríe atrapada

Rubén Ramos

Esta caza,
por ejemplo
pudiera ser
una cárcel
cuya única
salida es la
undécima línea
de este texto
que le alberga
en función de llave,
su casa.
Tan perforante
como el corral
de las muñecas
la angustia
se vierte
tan blanca
en su pelaje
como densas de frío
las paredes.

Se amotina,
la sangre,
en un cuadrado
más alto
que el rojo
que roza
la ventana.

Un disparo,
cae al suelo
como suben
remitidas
de momento
las cerraduras
por el cielo
para el impacto
de manzanas
comiéndose postales
dentro de gusanos.
Así también
como caen
las nubes entre
las cordilleras
profundas
que van
a su garganta.

También perforan
las caricias
por ejemplo.

En la oscuridad,

un beso
es tan efectivo
como una bala.


Rubén J.M. Ramos Colón nacerá en Bayamón o San Juan dependiendo el ángulo en que se observe y el calendario. De pequeño, quiso desarrollar una adicción con los videojuegos y los dulces que lo llevó a tener caries y callos a la tierna edad de 23. Estudió en el jardín de niños de Carmen Sol en donde pulió sus destrezas en el uso de la cuica, el mapo y el dialogo. Ha recibido varios premios de segundo y tercer lugar en varias ocasiones por su participación en los días de juego de su Colegio, así como menciones honoríficas por la confección de pastelería otorgados por un panel de degustación compuesto por sus amigos y familiares. Es un coleccionista mediocre de cubitos de hielo y suele ser residente permanente de la penumbra, pero solo a veces. Actualmente conversa a nivel profesional mirando a las estrellas intimar frente a su cámara sin tener rollo o memoria, mientras tanto hace popcorn en el microondas y enfriará una root beer.