viernes, 20 de abril de 2007

Las dificultades del aburrimiento

-por el sufrimiento y las desgracias de la poesía antillana

Rubén Ramos

En qué trópico
de arenas a vidrio y bocas de perfume
áspero de mar
viven descalzas
las pupas
de estas pasiones torcidas
de las que tantos escriben
aguando letras por
hablar de hallazgos.

¿A dónde fue el hundimiento?
¿Cómo siguen los cadáveres de los sobrevivientes?
De dónde fastidian la gusanería,
la putrefacción,
el hambre paisajista
de esta temática playera
narcoléptica.

Me causa pesadez
la gomosería.
Entre vomitazos de ronquidos
se repite su pesadilla demasiado.

Ya me parece cuento
esta apatía que se apodera del calambre.
Contagio visceral apiñado
A un costado de la muela,
Acostado sobre la almohada
tan apestada de plumas.

Este Caribe aumentativo
persiste
como tomo numero seis
de una enciclopedia temática
sobre el fastidio
compadecido del colectivo.

Hay que quemarlo todo,
Delsde el zorzal en el valle
hasta la basura en la alcantarilla.
Por que si no
a materia y nacimiento
se harán de las orillas
caracolas percusionistas
actas de nacimiento
con resonancia,
para darle al cuero
al alarde de islas
a la masa heterogénea que pretenden
con caretas coloridas
de sufrimientos
que nos igualen.
El padecimiento entre ellos,
los hace llamativos,
son la especie que se reproduce
con el debilitado.

El archipiélago es una mentira hostil
Trata de invadirnos
con identidades perdidas.
Las islitas no quieren verdades
quieren solidaridad.
¿De qué mundo a la deriva hablan?
¿Qué pensamiento caníbal?

Cómo es la sombra si a lo mucho.
¿Que tenga cuerpo
esta desgracia colectiva
de sonrisas y cervezas
lo hace estar vivo?

Que lloren de desiertos
de caravanas a la boca del olvido,
que se refugien
a la derecha del galope maquinista
que embarguen voces
que compartan el mismo paladar.

Pesimistas.
Maldita sea la temperatura,
el ritmo,
la musicalidad.

Aquí nadie ha pedido pertenencia
No hay geografía de ideas.
Aquí la casa es una pantalla y una red.
¿Con quién se identifica
lo que no tiene procedencia?
El conflicto ideológico
es el esquema
de una charca empozada
en su primer mundismo
de amante.
En la ficción ahorrativa del dolor
se guardan dunas
de tumbas sin dueño.

Después dicen
que la mano es un castigo cruel.
Pero rellenan sus bocas como Maria Antonieta.
Denles penas, mar y pesares.

Que coman,
que mueran.
Sin gusto necesitado,
ahogados en bizcocho,
mientras a otros
se los come
la levadura.

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